Entelequia

Y es que me enamoré tantas veces…
La mayoría de las veces sin pensarlo
Las otras veces por desprevenido
Y el resto porque era placentero sentirlo. 

Me enamoré tantas veces
Que aprendí a desilusionarme.
Aprendí a jugar con ello
Y era divertido. 

Aprendí a amar incluso a quien no se lo merecía.
Y por ello aprendí a engañar
Y a engañarme a mí mismo. 

Y si mi corazón comenzaba a sentirse mal
Por alguna musa desventurada
Yo no me lo negaba
Puesto que las punzadas en el pecho
De las que tanto uno temía
Al cabo de un tiempo eran irrelevantes. 

Y supe que era tan adictivo… 
Y tantas veces maltraté mi corazón por ello.
Supe incluso que me lo podía inventar
y por ello nadie me prevenía. 

Entonces si volvía a enamorarme
En cuanto el amor golpeara mi pecho
Aprendí a sostenerlo como a un niño
Y a sonreírle a sus caprichos… 



Lukas Guti. 
18 de mayo de 2010. 17:37.

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