“Nietzsche II”
Me inventaba promesas para no delirar
Para no caminar tan libre de mí mismo
Para pertenecer a algún sentido impropio
y lograr amar sin necesidad de ser egoísta,
Sin tenerle miedo a la necesidad de ser
Para no huirle a la mímica del pasado,
Eso que dizque nos volvía fuertes a veces
Lo que nos evitaba los sufrimientos…
Las inseguridades de sentir demasiado
El miedo a ser hombre… demasiado semen,
Demasiadas ganas de transgredir al mundo
de abalanzarse contra las voluntades
Incluso contra las revoluciones ajenas;
La necesidad de calmar la ira interna
La que la falta de fe nos causaba a diario
y el mundo real pavoneándose con el tiempo;
Lo que nos aplastaba bajo el cielo azul
y que era azul sólo por los poetas o soñadores
Los que dignificaron cualquier falta de fe
Para lograr vivir con un poquito de anhelo
y no sólo contra las verdades mentadas antaño
Ni contra absolutismos o leyes universales.
Es que ya nos habíamos cansado de dios
Y nos volvíamos ateos o algo menos usual
Quizá sofistas para relucir poco y dejar rastro
O un desgraciado para vivir mucho en poco tiempo.
Entonces amábamos para no pensar tanto
Y huirle a la necesidad de cuestionarnos
Para cuestionar a otro menos parecido a vos
Porque nos asustábamos de nosotros mismos
Y luego gritábamos y descubríamos de nuevo
Que éramos reales al desgarrarse la garganta
Y se sentía bien…
Nota: Nunca leí a Nietzsche, pero lo conozco.
Lukas Guti.
21 de julio de 2011
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