Por un Encuentro

Un poema de amor por Angélica Páez y Lukas Guti. 


Entre la música y el polvo del pasado
y las letras que siempre fueron reales...
Desaparecieron cuando decidiste irte.
Y aunque volviste no fueron las mismas.

Porque marcharte era la única respuesta que tenías en mente
Sin importarte lo mucho que a mí me importabas
Nunca iba a acostumbrarme a tu ausencia
O al círculo vicioso que para mí eras.

Y es que escapar no era tan sencillo
Pues más sencillo fuera ilusionarme
Igual que antes cuando te soñaba.

Cuando tú eras todo lo que quería
Y sólo podías llamarte ideal.

Pues es que mis lágrimas una vez te crearon
En mis rostro y en mis manos empapadas
Cómo no hacerte un ideal… si con las lágrimas
Te hice un pedestal.

Donde día a día te daba por partes lo que sentía
No importaban las circunstancias, ni el tiempo
Para mí eres especial,  un sueño
Y cuando apareciste lo hiciste realidad.

Nos fugábamos entre líneas azarosas
Las mismas que nos tentaban diabólicamente
Comencé a temer por pasadas pretensiones
Las que me habían hecho llegar a ti.

Pero también temía perderte
Bastante difícil fue llegar a ti
Para simplemente dejarte ir
Por culpa del aire que nunca te arrastró hasta mí.

Y te perdí por los breves instantes
En que cerraba mis ojos ante los anhelos
Aunque en ocasiones te encontraba allí
Intocable pero real.

Y cuanto hubiese dado yo
Por haberte sentido miles de veces tras de mí
Con esa calma que me dabas para contarte sobre todo
Y aún así, tú me abrazabas desde tan cerca sin llegar a tocarme.

Jamás logré entenderme por lo que hacía
Pero tampoco lograba escaparme de tu sombra
Y estuviste allí todo el tiempo mirándome
Al igual yo.

Fue fácil mantenerte en mi foco visual
O es que tú eras todo y lo único que pude observar
Demasiado especial para no darme cuenta que estabas esperando por algo;
Y yo quise ser ese algo por el que esperabas tanto
Entonces me acerqué a ti
Con temor de perderte si llegaba a cometer algún error
Pero para mi suerte, tú fuiste el error que yo quise cometer

Varias veces tuve que escaparme entre callejuelas
Deseando dejar de verte entre cada recodo
Fue entonces cuando supe que siempre habías estado
Y que yo siempre te había buscado.

De nada sirvió huir de ti
Pues estuviste por doquier
Y sólo por capricho te habías metido en mi mente
Y por tentación yo no te dejaba salir de ella.

Como un juego interminable de sed
Por entender el final entre estepas de intriga
Como si no fuera suficiente sentir.

Yo te bebía a grandes sorbos
Simplemente porque me agradabas por completo
Y esa era mi manera de entenderte

Logramos envolvernos entre cada lejano suspiro
Pero tu cálido aliento siempre se perdía entre el frío…

Y las imágenes mentales de ti, conmigo
Me encadenaban terriblemente
A la distancia que nos separaba de momentos
Y entonces odiaba no tenerte tan cerca de mí
Porque era ese mismo frío en el que yo me perdía
El que me hacía extrañarte a cántaros
Y hacía que esa ausencia se marcara más en mí
Que en la realidad propia.

Por tantas imágenes en cadena enloquecimos
Y quisimos gritarlo al mundo cual enfermos
Empedernidos el uno por el otro
Tan despreocupadamente enamorados
Vertiendo sentimientos en vasos de ilusiones
Que al fin y al cabo retornaba como deseos.

Y es que no importaba darlo todo
Al final no teníamos nada ni temíamos de aquello
El otro era todo y como suficiente que parecía
Lucharíamos por mantenernos así

No existía final para tal historia
Tampoco las ganas de terminarlo
Pero había sido tan fácil creerte
que  por primera vez tuve miedo…



Lukas Guti y Angélica Páez
8 de junio de 2011 




La continuación de este encuentro se resume en este otro poema, también del mismo blog. 
http://eriados.blogspot.com/2011/07/la-estacion.html

Comentarios

Entradas populares