Delirio III
Eras el gato que tuve en mis manos
Las sábanas y las cobijas sin lavar,
Tú, la chaqueta negra sin reclamar.
Eras las notas de mis desidias diarias
Solitarios días machacando mi pecho
Tú, la guitarra que me quitaba tu padre.
Eras cuando me asfixiaba en la estación
Los obreros y estudiantes en vagones
Tú, mi duelo diario entre mis dedos.
Fuiste el olor que rondaba mi morada
Los cojines de las sillas donde dormité
Tú, el vacío y el eco en mi corazón.
Fuiste lo poco que yo lograba ser
El amante, el aficionado, el cantor
Tú, la moneda de algún capitalista.
Eras mi tristeza escribiendo textos
La tranquilidad que solemos ser
Tú, mi fatalidad y mis veinticuatro.
Fuimos las lágrimas inciertas del otro
Lo que fuimos mientras aprendimos
Tú, mi cabello, tus lunares, la manzana.
Lukas Guti.
18 de noviembre de 2011 (23:57)
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