Diálogos con una madre.




-      -  ¿Por qué siempre usa a dios como una excusa cuando no sabe qué decir?
-     -  Es un bien que puedo hacer, sólo él me escucha y por eso acudo a él.
-      - ¿Por esa razón siempre está sola, no? ¿Por eso prefiere hacer silencio y prefiere hablar con dios que con nosotros? ¿Prefiere hacerse la boba no? ¿Y nosotros qué? ¿dios la aleja de nosotros?
-       -No, pero me siento tranquila. En paz,  para mí es suficiente.
-       -¿Y nosotros qué? ¿Cuando nosotros necesitamos hablar entonces qué? ¿dios la aleja de nosotros? ¡Nos deja a un lado!
-       -Le ofrezco lo mejor que tengo, es su problema si lo acepta o no.
-       -Yo lo recibo con gusto, pero no me lance a dios en la cara cuando no sepa qué hacer o decir. ¿Ok?
-       -No lo haré, ya estoy muy vieja.
-       -No vale la pena luchar.
-       -Sí, aunque no lo crea.
-       -No tengo nada qué perder.
-       -Su vida es suficiente.
-       -Mi vida no es suficiente. Necesitamos de un motivo. Usted nos tiene a nosotros y por eso lucha. ¡Yo no tengo nada! Creí tenerla a ella.
-       -Aprenda a perdonar y así tendrá muchas respuestas.
-       -Es obvio, lo digo por lo que vi. La forma en cómo se alejó, la forma en cómo me negaba un miserable beso en la mejilla.
-       -No le de tantas vueltas al asunto y viva, más bien.
-       -Genial vivir haciéndose el “güevón”. Qué vida tan enfermiza.
-       -Se aprende a aceptar todo lo que venga y luego nada duele.
-       -¿Quién quiere eso? Eso se llama resignarse.
-       -Bien, no voy a decir más.
-       -Okay. Si yo me muero ¿Usted lo acepta y sigue?
-       -Hijo…
-       -¡Contésteme! Si me hermana se muere ¿Usted sigue?
-       -¿Y si yo me muero? ¿Qué hacen ustedes? Nada, llorar y seguir viviendo.
-       -No todos soportan igual las cosas.
-       -Se soporta eso y más. Hay gente que ha soportado más muertes…
-       -Porque tienen un motivo por el cual quedarse.  Quizá  hijos. Suficiente motivo…
-       -Es dios quien le enseña a aceptar eso.
-       -¿Y dónde carajos está dios?
-       -Búsquelo, llámelo. Estoy segura que lo va a escuchar. Acéptelo en su vida.
-       -Nunca lo he sentido cuando estuve llorando, solo y desesperado. Entiendo. ¿También hay que llamarlo? ¿Y si no lo llamo no viene? Qué humano me suena eso… Yo no tengo fe en eso, no intente convencerme, por favor. No meta más a dios en nuestras conversaciones.
-       -No es por intentar convencerlo. Conmigo ha estado toda la vida.
-       -Usted acudió a dios en cuanto le hablé sobre los hijos. ¿ahora entiende?
-       -Ajá.
-       -Siempre es igual, cuando la acorralo usted habla de dios.
-       -No me ofende, si eso cree.
-       -No la estoy ofendiendo.
-       -Todo esto que usted hace es parte de su limpieza, y lo acepto.
-       -Estoy siendo racional. Yo quería luchar por un motivo que creía real. Acudir a dios es como no saber qué hacer, como estar vencido.  Por eso el mundo está en la mierda, por las creencias.
-       -Es no querer aceptar su verdadera realidad, y la única válida.
-       -¿Cuál es la única realidad? ¿Dios?
-       -Sí.
-       -Eso se llama fe… entiéndalo.
-       -Si es fe en su vida, entonces le falta mucha, hijo.
-       -¿Por qué cree que he llorado toda mi vida? ¿Por nenas? He llorado por mi falta de fe. La humanidad entera lo hace.
-       -Pero llora por la falta de fe material, y no espiritual. La espiritual es la más importante.
-       -El amor no es fe material. Yo necesito amor. Incluso las religiones se basan en ello.
-       Está mendigando amor.
-       -¿Usted no le ha mendigado fe a dios?
-       -La fe nos da amor y más, sin tener a alguien tratando de darnos afecto.     
          -  Usted  me está diciendo que la fe es aceptar vivir solo y aceptar que al final siempre lo vamos a estar. ----Entonces el amor es igual que dios.
-       -La fe es amor verdadero, no material.
-       -Somos humanos, no es malo apegarse ¡Somos materia! Apegarse a algo espiritual es lo mismo. Usted está apegada a dios y yo a una mujer.
-       -¡Imagínese! Pero a usted le hacen mucho daño, a mí no.
-       -El amante perfecto… dios, ¿no? Sentir es lindo. Prefiero estar enamorado a vivir mi vida haciéndome el “guevón”. La gente cree en dios sólo porque creer en las personas les resulta decepcionante.
-       -Hijo, también me puedo enamorar de dios y es algo muy lindo.
-       -No puedo creer que haya escuchado eso de usted.
-       -Ustedes no saben nada de mí por su ego, sólo piensan en su dolor. Y ya ve, aquí estoy.
-       -Entonces hábleme de usted, y no huya con dios.
-       -No importa, no soy yo la que lo necesita ahora. Es usted el que tiene sed… te amo.


Lukas Guti.
26 de mayo de 2012. 

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