El existencialista
Entonces surgimos. Con el paso del tiempo una mera idea en
perspectiva con el pequeño mundo que nos rodea se implanta en nosotros. Y con
tal surgimiento esta idea se fortalece con lecturas o experiencias que bien sabríamos aprovechar
si nos aportan a la perspectiva que decidimos sostener; Transcurren años y años
de desengaños recubiertos por páginas y páginas de otros argumentos, por
péndulos y tiempos que nos envejecen, y
elaboramos esta mera idea con tanto ahínco que se convierte en una
filosofía de vida. He aquí la fe, descrita sin otras crucifixiones. Y bien, que si vivimos lo suficiente como
para comprender esta supuestas trivialidades existenciales, descubrimos que
repites la misma historia de otros tantos existencialistas ya fallecidos; Y los
filósofos que no leíste por pereza que ya habían dejado miles y miles de
páginas sobre ello. Que leer e instruirse mantuvo a algunos conscientes de la
desidia del hombre, pero aprenderlo viviendo era poco menos desidioso que eso.
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