Ajena

Demandaste de mí poemas que ya no tenía,
Y a ti te surgían con la pasión que yo perdiera;
Hoy los tuyos  resguardados entre cajones viejos,
Tu caligrafía y tus dibujos este recuerdo.

No fue por pereza esa abstinencia mía,
Aquello de  de darte  poemas;
Quizá este temor absurdo a sentir pasiones.
Este refreno a tentarme con tales versos.

Reservé tanto, tanto mis suspiros y anhelos,
Que hoy ya ni sé lo que siento.
Soy un cúmulo de experiencias y miedos,
Sólo conociste mis ruinas y mi polvero.

No me arrepiento de haberte tenido,
Soportaste mi polvo y mis ruines caprichos,
Y este  el poema que tanto exigiste,
Un final incierto de aquello que fuimos.


Lukas Guti.
26 de mayo de 2014.


Comentarios

Entradas populares