Engendro



El  engendro ocultándose en un caparazón
Ensombrecido por el chisme y las verdades a medias,
Y su encorvada postura su dicha verdad, ese caparazón.

No fue mítico, sencillamente alguien bajo penumbras,
Cualquier sombra que lo hiciese acoger sobre sí mismo.

El temeroso sujeto de las realidades inesperadas,
Que  llegaban lastimando y deformando las perspectivas
Y a su encorvada postura moldeada por la vida.

 Que pendía desesperadamente del amor y su ilusión.
Que evitaba verse reflejado  ahí en su curvatura,
Lo que hizo de sí por clavarse en la terquedad.

De su ropa harapienta que arrastrara sobre el asfalto
Desgastada por su incapacidad a levantarse,
Fundando con cada paso su comodidad al infortunio.

Ya no era un hombre esa infortunada figura,
Que sometido por los meros deseos e inseguridades
Se le oía chillar en ocasiones como eso… un hombre.


Lukas Guti.
22 de julio de 2014.



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