El hipócrita
Recordé el
sofá en el que dormí,
El gato
lamiendo mi nariz a las cuatro a.m.
La ventana
entre abierta y el ruido en la calle…
Y sólo por
el frío me percaté del dolor,
Que después
de todo no era inmune.
“Todo amor
es diferente” decían.
Y también lo
será el dolor,
Pero yacía despierto
en algún otro lugar.
Recordé las
ebriedades patéticas en bares,
Las caminatas
en solitario a las tres a.m.,
La luna tras
nubes grises… la música,
Mis audífonos,
el miedo a que me atracaran,
La gamba trabada
y el peculiar ritmo al andar;
Ese baile
solitario precedido a su fechoría.
“No puede
ser”. Me recriminaba.
Me niego a
cruzar de nuevo este camino,
El inútil
camino hacia la desesperanza.
El viento no
me atraerá con tu fragancia,
Ya he
crecido bastante para caer en ello.
Cambiaré la
sábana del mundo, lavaré mi pelo,
Y caminaré
de nuevo, junto al sereno,
Como el
soñador que era, sin ningún pretexto.
Lukas Guti.
30 de
septiembre de 2015.
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