Mis velas.
Una vez vi fantasmas en las librerías,
En los
centros comerciales mirando vitrinas,
Y en los
puestos de comidas rápidas.
También con
el señor de los mangos biches,
¡Mucho
limón, por favor!
En tiendas
de ropa de segunda vistiendo chaquetas;
Fantasmas
con el mismo rostro redondo,
El mismo
cabello, la misma nariz, la misma sonrisa.
La misma
pequeña nariz.
También en
la catedral...
Y en las otras Iglesias donde oraste por mí,
prendiéndole
velas a mi falta fe;
Los vi en
los puesticos de venta plateados,
entre la
multitud a la que tanto odié;
en mi
música, en mis letras, en mis disco duro,
En los
puestos de bisutería, de bolsos, de guantes.
Tu perro me siguió hasta la última parada,
Se quedó esperando sentado hasta irme.
Él también
vio ese fantasma... bajo la lluvia.
Huí de aquella ciudad y del fantasma;
A cien
kilómetros por hora. El olor a lluvia,
El fantasma
a lo lejos, en las nubes...
Regresé
empapado de otros recuerdos
Temiendo ahogarme
en esta enorme cama.
Lukas Guti.
7/05/2017
eriados.blogspot.com
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