Distorsión
A veces uno llega a desconocerse. Es normal, y hasta saludable.
Pero hoy veo una versión de mí distorsionada.
La confianza que creía tener resultó en una mentira en cuanto vi las grietas en el espejo.
Es que verse a través de la vanidad es engañoso,
Y cuando ves tu verdadero rostro a través de alguien que puedes amar resulta ser espantoso.
O como cuando te ves a ti mismo en grabaciones de vídeo o en fotos,
Como cuando escuchas audios de tu voz.
Y te preguntas ¿Soy yo? Toma tiempo acostumbrarse a esa nueva perspectiva.
Entonces lo que imaginabas de ti sin mirarte en un espejo y hasta tu voz al hablar son engañosas también. ¿Soy yo?
Estoy atrapado en este cuerpo que produce sonidos, perspectivas, fluidos y flatulencias.
Y es curioso pensar que esa forma de percibir el mundo con los sentidos no ha cambiado en lo absoluto,
Pues incluso en la niñez sentía cómo mis ojos daban vueltas entre las cavidades oculares, cómo atrapado entre los huesos.
Pero ahora es diferente. La distorsión es mucho más profunda. Ya no confío en el espejo.
14 de septiembre. 2018.
Lukas Guti.
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