Oda a los Celos.

 

Un cubo de Rubik reposa inerte sobre la mesa;
A veces lo miro y pienso que quiere deconstruirse.
Pero sigue allí sin moverse, tan colorido y muerto.

Mi mente al cabo un océano calmo bajo el sol,
Y el reflejo de mis ojos sobre la superficie azul
Alcanzan a dilucidar en la pupila irregular, el cubo.

Aún no se transforma ni se construye, sigue inerte.
Reposando ante el fraude de las verdades…
¿De quién es la sombra que acentúa su peso?

Yo vi sus colores desordenados y lo confundí con sosiego,
Pero enseguida venía una ola de pensamientos.
¡Una ola que rasgó la superficie azul del océano!

La sombra cubrió con un manto el destello del sol;
Eran las alas de la totalidad ensombrecida, sin color,
Y en la mesa, el cubo de Rubik mirándome a los ojos:

Transformado en largos fractales puntiagudos,
Atravesando los resquicios de mi alma y mi corazón,
Y un hombre en silencio, sentado frente al cubo…

Lukas Gutiérrez Montoya.
29/01/2021.




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